Ha llegado la hora…

Llevo postergando relanzar la Casa Rural, en los últimos años, me ha faltado motivación, inspiración, fuerza, tanto mental como física, necesitaba algo, no lo voy a negar.  Seguir en internet a divulgadores de desarrollo personal y emprendimiento me ha empujado fuera de mi área de confort.  Uno de los mensajes que más me han resonado es que “la felicidad reside en servir a los demás”.  Me han venido a la cabeza aquellos clientes fieles, amigos, que me suplicaban alquilar la casa, aún después de interrumpir la actividad de manera indefinida.  A ellos les dije que no, con mucho dolor, sentía que estaba traicionando su fidelidad, su cariño, su amistad, pero, no tenía fuerza ni motivación, no tenía, en definitiva, propósito, estaba metido en una rueda (ya os hablaré de esto), de la que no podía, ni sabía salir.  Ahora, algo ha cambiado dentro de mí, no mucho, o sí, y es que he encontrado un propósito, que es aportar valor a los demás, empezando por mi familia a la que tanto quiero.  Hacer feliz a los demás, en el marco del alojamiento en la casa, es ofrecer una nueva oportunidad, a vosotros de disfrutar de sensaciones y momentos inolvidables y, a mí, de poder verlo y esforzarme por conseguirlo.

Espero, y deseo, que podáis encontrar esa inspiración junto a vuestras familias, amigos y compañeros de trabajo.

¡Que tengáis un buen día!

Un abrazo,​